lunes, 3 de diciembre de 2012

Pancitos chinos rellenos de cebollín / 葱油饼

La primera vez que subí una receta, esta tenía solo "algo" de asiática. Esta vez iré directo a lo chino: Pancitos de hoja rellenos de cebollín. Hay varias variedades que puede encontrar con el nombre de Scallion Pancake en inglés o 葱油饼 (congyoubing) en chino. Generalmente no llevan rellenos y son más bien un panqueque, pero la receta a continuación es de unos rellenos de mucho cebollín, tocino y con un leve toque de aceite de sésamo. 
Ya que no hay mejor explicación que la de un chef chino especialista en este tipo de platos, les traduciré los ingredientes para que viendo el video se puedan guiar. Sin el video es un poco difícil de explicar la manera en que se enrollan.
En general no cocino con medidas, soy más "cocinero" que chef, y como esto no es pastelería, los invito a jugar con las medidas. 

Ingredientes:

-80-100 grs. Bacon o Jamon Serrano 培根
-2 Cebollines 香葱 (medianos)
-400 grs de Harina 面粉
-Sal 盐 (a gusto)
-Azúcar 白糖 (a gusto)
-Ajinomoto 味精 (a gusto)
-Pimienta 胡椒粉 (a gusto)
-1 Clara de Huevo 蛋清
-1 cdta. de Aceite 食用由
-2 cdtas. de Aceite de sésamo 芝麻油
-Agua 清水 (la necesaria)

¿Qué es el Ajinomoto?

También llamado Weijing, MSG, Glutamato monosódico o 味精 es la sal sódica del ácido glutámico, uno de los aminoácidos no esenciales más abundantes en la naturaleza.
Marcelo Chau, dueño del restaurante chino Chau-San al preguntarle por este ingrediente afirma: "el weijing es un acentuante del sabor típico de la comida china y japonesa, se saca de cualquier alimento y da un sabor muy característico. Los que están en contra porque dicen que produce obesidad están mal a mi parecer, vean en mi país natal, hay mucha menos gente con sobrepeso que en Chile... Además está presente en todas las cosas como caldos Maggis y algunos snacks."


Creditos al programa TianTianYinshi de CCTV


Paso 1 

Mezclar la harina con la clara de huevo y una cucharadita de aceite. Agregar agua a temperatura de ambiente y amasar hasta que quede que sea maleable pero no muy elástica. Reservar al costado.


Paso 2

(Aquí recomiendo sustituir el jamón curado del video por tocino ya que es más facil de encontrar)
Cortar las tiras de tocino en cuadritos de 1cm por lado. Picar todo el cebollín incluyendo las hojas verdes de manera fina, como cuando uno pica cebolla para un pebre.
Mezclar todo lo anterior y agregar 2 cdtas. de aceite de sésamo, pimienta, sal, azúcar y ajinomoto a gusto (el aceite y el ajinomoto lo pueden encontrar en *China House Market. Mapa al final de la recta). Reservar.

Paso 3

Retomamos  la masa que estaba reposando. Al igual como jugábamos con plasticina cuando niños, hacer una "culebra" larga de más o menos una pulgada de grosor que cortaremos en trozos más pequeños.
Cada trozo lo estiraremos entre las manos igual que antes y haremos tiras del grosor de un dedo índice de aprox. 10 cms. Las iremos depositando en un bowl con aceite (podemos reutilizarlo porque no entrará en calor) y dejaremos reposar unos 5-7 mins.

Paso 4

A esta altura, la masa dentro del aceite estará blanda y maleable, la idea es escurrir al máximo el exceso de aceite.
Estiramos la masa en la mesa tal como se hace en el video. Da lo mismo si queda con forma de "Chile", lo importante es que tenga un grosor parecido en todos lados de unos 2mm.
En uno de los extremos (podemos dejar más ancho uno de ellos) pondremos aproximadamente una cucharada de nuestro relleno.
Cubrimos la bola de relleno con cuidado, fijándonos en no dejar que se salga y estiramos de a poco mientras se enrolla la bola como si envolviéramos una pelota de "alusa foil" para todos lados. La idea es tapar todos los agujeros donde podría escaparse el relleno pero dejando al final (tal como en el video) un resto para envolver derecho con el fin de que esta última cantidad de masa quede en una franja al medio (es difícil de explicar, mejor miran el video), Les deben quedar unas bolitas.

Paso 5

Las bolitas que hicieron las deben aplastar con cuidado, dejando las parte sin masa como los polos de la tierra, y la franja con más masa como la línea del ecuador (no se me ocurrió otra analogía). Presionan desde arriba con mucho cariño hasta dejarlas del grosor de un alfajor grande.

Paso 6

En una sartén antiadherente eche unas gotas de aceite (no mucho, de por sí como toda masa de hoja es un poco aceitosa) y dore los pancitos a fuego medio por ambos lados hasta que agarren buen color.

Listo!

No tengan miedo a improvisar! La idea es que se diviertan en la cocina, y si no tienen algún ingredientes, simplemente cámbienlo por otro.


*China House Market

En esta tienda pueden encontrar casi todos los insumos para comida asiática, desde arroz para sushi hasta salsas para hacer curry tailandés. La dueña es china pero habla muy bien español por lo que los puede guiar para sus recetas. Si buscan los mejores precios este no es el lugar ya que en comparación con los supermercados chinos de la Alameda (ULA) es un poco caro. Lo bueno es que tienen de todo en el mismo lugar.

Dirección: Antonia López de Bello 297, Barrio Patronato, Santiago.
Fono: +56 2735 08 54



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domingo, 2 de diciembre de 2012

Té de Burbujas / Bubble Tea / 珍珠奶茶



Creo que voy un par de veces al mes a Patronato pero jamás he comprado ropa, creo ser de los pocos. En de esas tantas idas, aproveché de comprar en el local China House Market (de ahí subiré un review) una bebida que me encanta: Bubble Tea.
El Bubble Tea o Té de Burbujas es una bebida creada en Taiwán hace ya bastante tiempo. Básicamente es leche con té rojo, la cual es mezclada en cantidad justa y batida con una máquina especial que le da la característica espuma por encima. Generalmente se le agregan bolitas negras de tapioca (de ahí uno de los nombres) que a decir verdad no tienen mucho sabor pero son entretenidas de comer. Tienen la consistencia de una masa un poco insípida pero que le dan cierto toque al té ya que la bombilla que te dan es tan ancha que las "perlas" caben perfectamente. Tiene un gusto especial al cual se le puede agregar esencia de chocolate, café, té verde, almendra, entre otras. Personalmente prefiero no agregarle nada y tomarla con su sabor original y bien helada.


Si tienen la oportunidad, pídanla y no se arrepentirán.  Solo la hacen los fines de semana (no tengo idea por qué) y cuesta 1.500 pesos el vaso mediano.

China House Market: Antonia Lopez de Bello 297, Patronato.

martes, 30 de octubre de 2012

Fuente Suiza: Lomitos, churrascos y más


Algo de historia...


58 años han pasado desde que Don Guillermo, un ciudadano suizo alemán decidió instalarse en Chile junto a su familia. Apostaron por una sandwichería, lugar donde darían a conocer sus famosas gordas y fricandelas. El primer local lo abrieron en plano centro de Santiago, en la Alameda justo frente a ka iglesia de San Francisco. Con el paso del tiempo se trasladaron a la zona de Avda. Vicuña Mackenna con Diez de Julio a eso de los años 40, donde recibían a sus comensales en tres salones y una sombreada pérgola sombreada con parras típicas de las casas antiguas de Santiago Centro.

Es en el año 1954 cuando se instalan, en definitiva, como una fuente de soda hecha y derecha en el barrio de Ñuñoa. Eligieron la Avda. Irarrázaval (Av. Irarrazaval Nº 3361, Ñuñoa) que la verdad no sé si en ese entonces era tan concurrida como lo es hoy, y agregaron a sus especialidades las empanadas fritas.

Hoy Don Guillermo no está presente, y es su nieta junto a sus bisnietos los que se han dedicado a mantener vivo el legado de una de las “sangucherías” más y tradicionales de Santiago.
Instauraron el 18 de Octubre como el “Día nacional del Churrasco”, fecha que coincide con su aniversario de vida, y es ese el motivo por el cual decidí venir aquí.

Sí, no pude llegar el mismo día en el que se celebró el Día nacional del Churrasco, en parte porque Anna (mi compañera de vida y de las chanchadas sibaritas pertinentes) debido al embarazo no está para hacer filas para esperar mesa ni estar esperando a pleno sol. Es por esto que fuimos otro día, y que la motivación a ir fueron las imágenes que se mostraron en la televisión las cuales prendieron todo apetito en mí.
Conversando con el administrador Eduardo D'Alencon,  comentó que para el aniversario tuvieron una concurrencia masiva, "1.500 kgs de carne, 500 kilos de tomate y 400 litros de mayonesa fueron necesarios para el día del día nacional del churrasco" afirmó.

Yo iba dispuesto a comer un lomito, no estaba “ni ahí” con el churrasco… Desde chico que en Viña escuchaba hablar sobre la Fuente Alemana y la Fuente Suiza y de sus famosos lomitos, por lo que iba decidido a probar uno de ellos. Y a decir verdad he tenido más antojos que Anna.

En el lugar...

Llegamos en auto y estacionamos en una calle paralela con parquímetro. El local queda justo en una esquina y se ve desde Irarrázaval así que es difícil que no lo encuentren.
Al entrar, no sé si será por la pinta de extranjeros o la mezcla racial poco homogénea de ambos que la gente nos queda mirando. Entrando a la izquierda está la “barra” donde preparan los “sanguches” a la vista y paciencia de todos, lo cual se agradece. El local me pareció un poco oscuro en el primer piso así que decidimos ir al segundo.

Nos sentamos en una mesa en el rincón, justo al lado de la puerta que daba a hacia otro comedor. En general el local se ve limpio, pero solo a simple vista. Si uno busca detalles en las paredes, junturas, bordes de las ventanas y a eso le suma que odia la suciedad, puede que lo pases mal… no es mi caso caso.
La atención no es mala, pasaron un par de minutos antes de que llegara un caballero a atendernos y de buena manera. Hoy por hoy la oferta de restaurantes en Santiago es inmensa, la cual ha crecido considerablemente, no así la calidad en la atención de muchos lugares.

En la carta se mostraban dos tamaños de churrascos, fricandelas, gordas y lomitos, Normal y Grande. Viendo los platos de las otras mesas el “Normal” parece hamburguesa de “Precio pequeños de Mcdonalds” así que si gustas de comer o tienes mucha hambre no es recomendable.
Anna pidió una “Vienesa Italiana” y yo un “Lomito Italiano”. Cabe destacar que los lomitos de la Fuente Suiza y la Fuente Alemana no son como los lomitos a la plancha de algunas fuentes de soda como el Dominó. Lo horneanfiletean bien fino y lo pasan por un caldo antes de servirlo, es por esto que se hace la diferencia.

Y llegó...

Ya, llegó la hora de comer. El lomito “Grande” tiene el tamaño de  un sándwich grande de cualquier fuente de soda, y una altura considerable. Primero que todo noté que este lomito tiene poco de lomito. El lomo de cerdo es un corte extremadamente magro, de carne blanca y no oscura, sin nervios y de forma tubular, y lo que me sirvieron probablemente era pulpa u otro corte ya que tenía bastante nervio y la veta de la carne, el color de la misma y la forma no eran de un lomo. Obviando el nombre, la carne es blanda y bien aliñada así que este punto lo dejaremos pasar.

 La mayonesa es bien rica, no le echan en exceso, no se siente en extremo aceitosa y está hecha con huevos pasteurizados. La cantidad también es acorde al tamaño del sándwich así como los tomates.
En general las proporciones son buenas, no hay exceso de mayonesa por lo cual el sándwich no es extremadamente empalagoso. El pan por su parte es rico y fresco.

 
 
 
 
Lo malo:
-Solo hay un tipo de mostaza, la más común y corriente que se puede encontrar hasta en el carrito de completos en Bellavista.
-El ají es marca Polo, el cual a mí me gusta bastante pero podrían tener uno hecho en casa.
-Las mesas son con borde de madera pero con centro de cerámica, la cual es bastante resbalosa y hace que el plato se resbale constantemente al cortarlo, problema que a la vista se repetía en todas las mesas cercanas a nosotros.
-Puede que sea exagerado, pero nadie se despidió de nosotros. Dije hasta luego dos veces y nadie de los que estaba en el primer piso respondió.

El completo, lomito, una bebida y un schop de Stella chico salieron 10 mil pesos con propina incluida, no es en extremo caro pero hay que considerar que sigue siendo comida chatarra… un poco más chilena pero es chatarra.
 
Recomendable pero tampoco en extremo.


Av. Irarrazaval Nº 3361, Ñuñoa. Tel.: 204 71 99
 
Imágenes de www.ElDinamo.cl
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martes, 2 de octubre de 2012

Cocina fusión: Chorrillana de Carne Mongoliana / 蒙古牛肉盖薯条

Está de moda eso de la cocina fusión. El japonés sushi mezclado con la afamada cocina peruana dan origen a la cocina Nikkei, la  china con la peruana dieron origen a los Chifas. Pero no hay cocina asiática que junto con la chilena den una nueva alternativa a nuestros platos. A falta de esto, les presento mi creación: Chorrillana de carne mongoliana.

No hay ciencia, cualquier cosa podría quedar bien con papas fritas. La fritanga ya tiene la mitad de la carrera ganada por si sola y la carne mongoliana esta tan inmersa en el paladar de los chilenos que algunos niños ven este plato sus mesas más que a un chilenísimo arrollado huaso.  
Siendo mitad chino, era cosa de tiempo que la curiosidad y la tradición gastronómica de un niño lo llamaran a mezclar ingredientes y es así como hace varios años se me ocurrió.

Sin más, aquí la receta para 2 personas:

Carne  Mongoliana  / 蒙古牛肉

-300grs de posta rosada o lomo liso

-1 cebollín pequeño

-2 cucharadas de salsa de soya (Kikkoman de preferencia)

-1 diente de ajo picado finamente

-2 láminas de jengibre

-1 cdta de Ajinomoto  (es un condimiento asiático, lo venden en todos los supermercados)

-1 cdta de azúcar (personalmente me gusta más dulce así que agrego más de una)

-2 cdtas de Maicena (fécula de maíz)

-sal a gusto

-agua

Preparación

1)      Limpie la carne, retirando la grasa y los nervios. Luego, con un buen cuchillo, corte en láminas finas de 4x2.5cms aprox. o en bastones del ancho de una papa frita de cadena de comida rápida.


2)      Mezcle todo con la Maicena y revuelva bien. La idea es que la carne quede con una capa de fécula lo cual dará una consistencia blanda.

3)      Agregue el ajo, jengibre, salsa de soya, sal, azúcar y ajinomoto. Revuelva bien para luego añadir 80cc de agua aprox. y revolver nuevamente.

4)      Picar todo  el cebollín en juliana fina (lo blanco y la hoja) y añada a la carne.

 

Cocción

*Para obtener una textura blanda en la carne, la cocción debe ser a fuego fuerte.

Ponga a calentar un wok sin aceite hasta que comience a salir un poco de humo.  Agregue aceite y luego la mezcla completa (la idea es que suene muuuucho) e inmediatamente comience a saltear (mover en forma circular como si estuviéramos jugando al emboque).

La idea es no pasarse de cocción, por lo cual cuando la carne ya no tenga partes rojas crudas la retiramos del fuego y la ponemos sobre nuestras papas fritas*.

Como resultado tendremos una carne blanda, con los jugos de cocción unidos por la Maicena. No hay nada más rico que untar las papas fritas en el jugo de la carne.
*Para las papas fritas, pelamos 2 papas medianas y las cortamos en bastones. Las freímos en aceite caliente hasta que tomen un buen color y estén blandas

Hao hao chifan! (buen provecho en chino)

 

martes, 25 de septiembre de 2012

Sukine: comida coreana en un rincón de Patronato


Llegamos con Anna a Sukine (Antonio López de Bello 244), un restaurant coreano al cual ya somos asiduos clientes. El lugar es bastante conocido en el sector, por lo que a quien pregunten les dirá como llegar.

Frío, frío…

Como todo en el barrio Patronato, en Sukine nada es especialmente lujoso. Es un lugar austero, casi sin decoración, algo que difiere bastante de muchos restaurantes asiáticos (en su mayoría chinos) a los que estamos acostumbrados. No hay más imágenes que las que exponen con fotografías los platos que vende el restaurant. Las mesas son pequeñas y sin mantel, lo cual es común en restaurantes coreanos así como la distribución de las mesas.
Con tubos fluorescentes blancos, la iluminación es más parecida a la de un hospital que a la de un restaurant, lo cual  sumado a lo frío que puede llegar a verse, parecería no tener atractivo alguno, parecería…


Annyeonghaseyo!

Si bien Patronato es quizás uno de los barrios más cosmopolitas de Santiago y al caminar por las calles no es raro ver coreanos, árabes o chinos, entrar a Sukine es una experiencia totalmente nueva. Al abrir las puertas de vidrio (igual de frías como el resto del restaurant) dejas de escuchar español. El Sr. Ho, su dueño, un coreano que se hace entender perfectamente en español nos saluda con un alegre annyeonghaseyo” (hola en coreano) como si fuésemos parte de la casa y con una sonrisa nos invita a pasar.

 Esta vez logré diferenciar mesas de chilenos, chinos, árabes, gringos, franceses y coreanos. Es aquí donde comienza la experiencia de respirar no solo los aromas de los fuertes condimentos, sino que el sentirse que dejas de estar en Chile por un momento, ¡incluso los meseros son peruanos!

Manos a la obra

Al igual que en muchos países asiáticos, los coreanos comen con palillos, así que quien no se maneje en el arte de su manejo, ¡comience a practicar!

Si es primera vez que “comen coreano” les llamarán la atención los “panchan”, pequeños platos de diferentes picoteos totalmente gratis que puedes  pedir las veces que quieras. El protagonista de estos es el famoso kimchi, un encurtido de repollo chino picante y fermentado que es tan bueno como el aceite de bacalao que les daban a nuestros padres.

Esta vez pedimos “ossam bulgogi”, el corte de “guata” de cerdo (el mismo que se usa para hacer tocino) que cocinas en una cocinilla a gas que te traen a la mesa, el cual viene con dos porciones de arroz glutinoso con porotos morados (¡adiós arroz graneado!), lechugas frescas, aceite de sésamo,  salsa especial coreana de porotos fermentados y láminas de ajo, ingredientes que tienen una peculiar manera de ser comidos.

 Luego de unos minutos de cocción, la manera de comer difiere a lo que estamos acostumbrados. Tomas la lechuga, la abres y pones un poco de arroz dentro; luego un poco de cerdo untado en salsa y aceite de sésamo; una lámina de ajo y un poco de kimchi. Cierras todo como un saquito y lo comes. La crujiente textura de la lechuga, lo jugoso de la carne, los aromas de la salsa coreana y el aceite de sésamo se coronan con el leve picor del ajo crudo. 

De este plato comen tres personas perfectamente y tienes tiempo para entretenerte, conversar e ir poniendo de a poco toda “la carne a la parrilla” para ir disfrutando de la experiencia de reunirse nuevamente en la mesa pero disfrutando sabores nuevos y a un precio no muy alto (15mil pesos, lo cual incluía agua mineral por cortesía de la casa).

¡Recomendable!



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