martes, 30 de octubre de 2012

Fuente Suiza: Lomitos, churrascos y más


Algo de historia...


58 años han pasado desde que Don Guillermo, un ciudadano suizo alemán decidió instalarse en Chile junto a su familia. Apostaron por una sandwichería, lugar donde darían a conocer sus famosas gordas y fricandelas. El primer local lo abrieron en plano centro de Santiago, en la Alameda justo frente a ka iglesia de San Francisco. Con el paso del tiempo se trasladaron a la zona de Avda. Vicuña Mackenna con Diez de Julio a eso de los años 40, donde recibían a sus comensales en tres salones y una sombreada pérgola sombreada con parras típicas de las casas antiguas de Santiago Centro.

Es en el año 1954 cuando se instalan, en definitiva, como una fuente de soda hecha y derecha en el barrio de Ñuñoa. Eligieron la Avda. Irarrázaval (Av. Irarrazaval Nº 3361, Ñuñoa) que la verdad no sé si en ese entonces era tan concurrida como lo es hoy, y agregaron a sus especialidades las empanadas fritas.

Hoy Don Guillermo no está presente, y es su nieta junto a sus bisnietos los que se han dedicado a mantener vivo el legado de una de las “sangucherías” más y tradicionales de Santiago.
Instauraron el 18 de Octubre como el “Día nacional del Churrasco”, fecha que coincide con su aniversario de vida, y es ese el motivo por el cual decidí venir aquí.

Sí, no pude llegar el mismo día en el que se celebró el Día nacional del Churrasco, en parte porque Anna (mi compañera de vida y de las chanchadas sibaritas pertinentes) debido al embarazo no está para hacer filas para esperar mesa ni estar esperando a pleno sol. Es por esto que fuimos otro día, y que la motivación a ir fueron las imágenes que se mostraron en la televisión las cuales prendieron todo apetito en mí.
Conversando con el administrador Eduardo D'Alencon,  comentó que para el aniversario tuvieron una concurrencia masiva, "1.500 kgs de carne, 500 kilos de tomate y 400 litros de mayonesa fueron necesarios para el día del día nacional del churrasco" afirmó.

Yo iba dispuesto a comer un lomito, no estaba “ni ahí” con el churrasco… Desde chico que en Viña escuchaba hablar sobre la Fuente Alemana y la Fuente Suiza y de sus famosos lomitos, por lo que iba decidido a probar uno de ellos. Y a decir verdad he tenido más antojos que Anna.

En el lugar...

Llegamos en auto y estacionamos en una calle paralela con parquímetro. El local queda justo en una esquina y se ve desde Irarrázaval así que es difícil que no lo encuentren.
Al entrar, no sé si será por la pinta de extranjeros o la mezcla racial poco homogénea de ambos que la gente nos queda mirando. Entrando a la izquierda está la “barra” donde preparan los “sanguches” a la vista y paciencia de todos, lo cual se agradece. El local me pareció un poco oscuro en el primer piso así que decidimos ir al segundo.

Nos sentamos en una mesa en el rincón, justo al lado de la puerta que daba a hacia otro comedor. En general el local se ve limpio, pero solo a simple vista. Si uno busca detalles en las paredes, junturas, bordes de las ventanas y a eso le suma que odia la suciedad, puede que lo pases mal… no es mi caso caso.
La atención no es mala, pasaron un par de minutos antes de que llegara un caballero a atendernos y de buena manera. Hoy por hoy la oferta de restaurantes en Santiago es inmensa, la cual ha crecido considerablemente, no así la calidad en la atención de muchos lugares.

En la carta se mostraban dos tamaños de churrascos, fricandelas, gordas y lomitos, Normal y Grande. Viendo los platos de las otras mesas el “Normal” parece hamburguesa de “Precio pequeños de Mcdonalds” así que si gustas de comer o tienes mucha hambre no es recomendable.
Anna pidió una “Vienesa Italiana” y yo un “Lomito Italiano”. Cabe destacar que los lomitos de la Fuente Suiza y la Fuente Alemana no son como los lomitos a la plancha de algunas fuentes de soda como el Dominó. Lo horneanfiletean bien fino y lo pasan por un caldo antes de servirlo, es por esto que se hace la diferencia.

Y llegó...

Ya, llegó la hora de comer. El lomito “Grande” tiene el tamaño de  un sándwich grande de cualquier fuente de soda, y una altura considerable. Primero que todo noté que este lomito tiene poco de lomito. El lomo de cerdo es un corte extremadamente magro, de carne blanca y no oscura, sin nervios y de forma tubular, y lo que me sirvieron probablemente era pulpa u otro corte ya que tenía bastante nervio y la veta de la carne, el color de la misma y la forma no eran de un lomo. Obviando el nombre, la carne es blanda y bien aliñada así que este punto lo dejaremos pasar.

 La mayonesa es bien rica, no le echan en exceso, no se siente en extremo aceitosa y está hecha con huevos pasteurizados. La cantidad también es acorde al tamaño del sándwich así como los tomates.
En general las proporciones son buenas, no hay exceso de mayonesa por lo cual el sándwich no es extremadamente empalagoso. El pan por su parte es rico y fresco.

 
 
 
 
Lo malo:
-Solo hay un tipo de mostaza, la más común y corriente que se puede encontrar hasta en el carrito de completos en Bellavista.
-El ají es marca Polo, el cual a mí me gusta bastante pero podrían tener uno hecho en casa.
-Las mesas son con borde de madera pero con centro de cerámica, la cual es bastante resbalosa y hace que el plato se resbale constantemente al cortarlo, problema que a la vista se repetía en todas las mesas cercanas a nosotros.
-Puede que sea exagerado, pero nadie se despidió de nosotros. Dije hasta luego dos veces y nadie de los que estaba en el primer piso respondió.

El completo, lomito, una bebida y un schop de Stella chico salieron 10 mil pesos con propina incluida, no es en extremo caro pero hay que considerar que sigue siendo comida chatarra… un poco más chilena pero es chatarra.
 
Recomendable pero tampoco en extremo.


Av. Irarrazaval Nº 3361, Ñuñoa. Tel.: 204 71 99
 
Imágenes de www.ElDinamo.cl
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